No suelo coser mucho. Tan sólo cuando me siento un poco inútil. Me encanta la sensación de crear pequeñas cosas con unos trocitos de telas. Desde pequeñita he cosido, he hecho punto de cruz, y las telas y los hilos siempre han formado parte de mi vida. Mi abuela materna fue pantalonera, hacía pantalones para los soldados del ejército. Y siempre nos ha hecho ropa. Lo mismo cosía, que tejía, incluso con esta edad que tengo, mi abuela se sigue ilusionando haciéndome ropa. Entre las dos, hicímos un vestido super chulo el verano pasado. Yo escogí la tela y el patrón, y ella, poniendo su maña, su destreza y su amor, hizo con sus manos un vestido que a todo el mundo le encantó.
Muchas gracias yayina!! Este blog te lo dedico a ti, a la que me enseño que todo hay que hacerlo con cariño, con dedicación y con esmero.
"Lo que bien parece, bien está"
Con esas palabras que mi abuela siempre repite, dejo esta primera entrada, la más difícil de todas, la que intenta definir este espacio en el que pespunteo mis emociones.
Enhebra la aguja!!
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